sábado, 6 de diciembre de 2014

Sinsabor

Oigo un reloj diminuto entre ojos semiabiertos.
Un tic-tac que parece de miedo.
Mirando la luna se me quemó el refrito insomne de los días.
Un sabor desolado que me destroza la garganta.

Tengo preparada el arma.
Tengo a punto el sol.

El radar se me antoja un ladrillo,
oigo el reloj de toda mi vida,
hay un niño rezando.

Otro sabor desolado
que eleva el recuerdo de viejas nubes.

No te columpies más niño,
sabes que siempre acabarás mareándote.

No quieras ser otro ángel caído
ni siquiera un balano
o una serpiente.

El sabor se pierde,
tacto de tic-tac,
miradas de sol tocadas con fagot.
estremecidas carnes a la hora de la granada
que te desmembra.

El sabor se pierde,
ya no sé si me queda garganta
o si las tristes nubes
en realidad son fantasmas.

El sabor se pierde...

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