domingo, 7 de diciembre de 2014

¿Mirarías al tirano arder en la hoguera?

Una marcha fúnebre giraba los relojes en la lluvia finísima.
Mirad la noche 
los chalados ciegos por las plazas y los bares.
Pero nunca tuve más miedo
que cuando aquella función de marionetas de niño.
Todos los libros del parque
teníamos la mirada oscura.

Llueven los cánticos.
Viniste y te fuiste en un instante.
Tu visión por los aires se marcha.

Me rozo la cara a ver si he llorado,
no lo sé,
y aún no sé si he llorado.
No hay horas solemnes,
hay días menos tristes que otros.

¿Desear es rezar?
Necesito ayuda de las ninfas o de los espíritus.
O tal vez de ti,
que no sé siquiera si te conozco.

A veces quisiera reinventarte
pero no serías tú.

Hay días menos tristes
que los relojes en la lluvia
y los chalados en los bares
levantando espejos,
esnifando y bebiendo y fumando,
intentando encontrar "sueños"
o perderse en recuerdos
que no se recuerdan.

Quisiera reinventarte,
necesito ayuda,
me rozo,
callo,
la lluvia y la luna
y lo que no es vida,
todo junto y aletargado,

Ninfas o espíritus,
te veo desaparecer,
sueño que esto es el fin.

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