¿Y si vivir no fuera más que un contínuo engañarse a sí mismo?
Nadie es infalible.
Los golpes contra la realidad aumentan con el tiempo.
Crece tu lado oscuro.
Todos nos engañamos.
En adolescentes eternos,
en sabias manicuras para no herirnos en los ojos,
para que nuestras lágrimas
al menos vayan
a favor de la corriente.
Tal vez pienso
que afrontar la realidad
sea quedarse ciego para siempre
y sin manos....
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