lunes, 2 de febrero de 2015

Vasto mar

Nadie nos salvará
de enloquecer
cuando amemos
con las manos
entrecortadas por el aire frío de esta mañana.

Nadie nos podrá dar lecciones de vida
ni nos inculcará saberes
que ya conocíamos,
nadie sino tú
podría salvarte
de todos los silencios.

Nadie hay ahora
para sentir
sino tú,
con la mirada
escuchas.

Ignoro si escribir
recuerdos
servirá
para frenar
mis consunciones.

El vasto mar
se agita
en sus simas.

viernes, 30 de enero de 2015

El mayor enfermo de todos

País de enfermos.
Ancianos solitarios resabiados
inyectándose sangre para seguir permaneciendo en el mundo.
Nos llenan de muros, pero sin casa sin techo,
nos enriquecen los contratiempos
con la sonrisa amarga.

No hay lamias que alivien tu estupor.
No hay súcubos ni estrellas en las estepas que divisas,
solo viejas iguanas tomando el sol invernal.

No lames el rincón oscuro que deseas.
No sabes concentrarte en tomar el sol.
Es una lástima no tener valor para imitar ciertos comportamientos.
Hasta en eso vas absolutamente por libre.

País de enfermos
y yo el primero de las estúpidas esperas.
Maldigo al sol al amor al frío y al calor.
No dan ganas de seguir permaneciendo en esta llanura de aluviones.

¿Y cuánto llevo diciendo estas mentiras con aroma a desquite?
Soy un cobarde egoísta y eso sí,
me siento mal.
Ni penumbras ni verdad.
Soy inmundo.
Me gusta autocomplacerme en el sufrimiento sin aprendizajes.
Soy un cuerdo idiota y enfermizo
y no me gusta mi fondo de Mí.
Ni a Ti tampoco.

No conozco soluciones y no puedo creer
en las que puedan darme.
En mis dedos hay olor a albergue,
hay un cotidiano insensible dolor autómata
que te llena de dolor a ti
y a los que te hicieron feliz algunas veces.

Meritorio sinsabor de despedida,
coche mal aparcado,
cielo raso,
deseas una raya o una culpa mayor,
sin propósito de enmienda,
sin esperanza,
sin alivio ante el desahogo.

Igual la cabeza.
Igual los sueños que repiten estómagos
desastres
alucinaciones.

Igual la postdata,
siento no ser original.
Adiós.
A la mierda...

Solo hablo de mi muerte
y de mi espantosa tragedia.

jueves, 29 de enero de 2015

Lamer

Lamer tu ano no sería destrozarte la vida.
Es solo un reflejo.
No quiero llenar el silencio de flores hermosas
ni siquiera de pétalos o fragancias.
Lamer tu ano dejaría de ser inmenso,
intentaría hacerte soñar o feliz con ello.

No es para tanto
pero cuatro paredes y un cielo,
no dan para mucho.

Tu cuerpo sin misterios ni fantasías.

Lamer tu ano,
oh,
miserable deseo medieval
en márgenes incunables.

Lamer.
Lamer.
Lamer.
Como quien sueña comenzar
un festín pantagruélico.

jueves, 8 de enero de 2015

Es tan fácil...

El último desencanto tras la humillación consentida.

Deseo un trabajo en el que ser humillado,
¿es posible otra cosa?,
será que no miro a la cara a las buenas personas,
será que se han acostumbrado los hombres a mentir demasiado.

No me acostumbro a desear ser esclavo
y vivir de las rentas que proporciona
una vida que no es vida.

El último desencanto
quizá solo sea el carácter.
No hay que venirse abajo,
hay que mirar a lo alto, al cielo,
estar en miradores observando lo pequeño que sigues siendo.

Por supuesto que ni entiendo ni asumo,
y no tengo ningún propósito de emmendarme.

Creo que solo pienso en ser una persona.
Creo que solo soy una persona
rodeada de un páramo fangoso y helado,
y no,
no veo soluciones,
solo comprendo el desencanto.

¿He de luchar?
¿quién me da una espada o un fusil?
¿quién me regala una bomba?
¿quién desea lo mismo que yo?

Es tan fácil...

martes, 6 de enero de 2015

Empanada mental

Machacaba la empanada.
No quedaba ni un gramo,
los restos de empanada
se esparcían por el suelo de mosaicos.

¿Será infelicidad?
¿Un niño que es solo mío?

Mi cabeza es una perfecta
y febril
creadora de contradicciones.

Me ahogo.

lunes, 5 de enero de 2015

Y sin manos...

¿Y si vivir no fuera más que un contínuo engañarse a sí mismo?

Nadie es infalible.
Los golpes contra la realidad aumentan con el tiempo.
Crece tu lado oscuro.

Todos nos engañamos.

En adolescentes eternos,
en sabias manicuras para no herirnos en los ojos,
para que nuestras lágrimas
al menos vayan
a favor de la corriente.

Tal vez pienso
que afrontar la realidad
sea quedarse ciego para siempre
y sin manos....

miércoles, 31 de diciembre de 2014

Nos falta el suelo

Estrújame fuerte cuando caigamos.
Agárrate a mis huesos enteros.

Engánchate.

Asume como nos prensamos
entre el desvanecimiento
y la más intensa de las locuras.

Aferrémonos
al espacio de nuestros gritos.

Que las andanadas
vayan en las miradas.

Que nadie pensó,
que nadie imaginó nada.

Y ahora me atrevo a decir,
esta vida no será nada
si no nos caemos hasta el fondo.